sábado, 26 de septiembre de 2009

Runaway

I just wanna scream and lose control
Throw my hands up and let it go
Forget about everything and run away
I just wanna fall and lose myself
Laughing so hard it hurts like hell
Forget about everything and run away

Marus*/

jueves, 24 de septiembre de 2009

Conciente

Lo acepto, aunque llore..tambien rio
con las estrellas en la piel, te veo, te adoro, es que sos vos
y en el fondo de mi alma, permaneces sentada
Lejos y cerca, en cada latido del corazón.


Marus*/



miércoles, 23 de septiembre de 2009

No name

Lo superfluo no es eterno
Lo banal tiene un final
Lo material no tiene fundamento

No todo lo que parece verdad es real


Marus*/





jueves, 17 de septiembre de 2009

Cero realidad

A partir de todo el razonamiento surge con claridad que cuando necesito, creo una expectativa. No hay un plan de acción en relación con ella, sino sólo una actitud dual frente a lo que pasará: por un lado, la ansiedad de que algo suceda y, por otro, el miedo de que no suceda. A partir de vivir mis deseos como necesidades, la consecuencia de que "no suceda" parece mi aniquilación. De paso, éste es un buen ejemplo de cómo me invento un miedo. El miedo es siempre un invento del pensamiento, "una frustración del pasado, fantaseada en el futuro". Tal como decía, lo único real es el presente, todo lo depositado allá, en el pasado o en el futuro, es producto de mi pensamiento y, como tal, no existe. Estamos entrenados para fortalecer la esperanza, una trampa social en la cual solemos caer con mucha facilidad. Si nos rebelamos, la consecuencia fatídica que nos prometen es la "desesperanza", que no consiste en la falta de esperanza sino mas bien en un interminable péndulo entre la esperanza y la certeza de su no realización. Realmente, este castigo es una tortura sin fin. Sin embargo, existe una tercera posibilidad: la auténtica desesperanza, es decir, la falta total de expectativas; no esperar nada de mi futuro. Permitir que cada cosa que suceda me sorprenda; vivir cada instante de mi existencia, sin anticipación; sentir el presente (aquí y ahora). Claro, si nos detenemos en esta idea, diremos: "¡Es muy difícil!". Sí, es muy difícil. ¿Y? Seguro que es más fácil no comprometerme con la realidad. Es más fácil huir hacia el pasado o hacia el futuro. Es más fácil enfrentarme con cada situación habiéndola fantaseado cien veces antes, habiendo chequeado previamente todas sus alternativas... y mejor si fueron mil veces... ¿y qué tal un millón? Por qué no dedicarse sólo a planificar... fantasear ... ¡Pensar!... y sus derivados como: pedirle al buen Dios o al destino que no nos olviden; anticipamos mediante profecías, astrología o adivinación y así estar siempre bien preparados (pre-parados) para lo que nos sucederá.